viernes, 27 de julio de 2007

¿Kichner se muere? Preguntas desde las mazmorras del Coliseo

Hace algún tiempo anda girando un rumor sobre que el presidente de Argentina, Néstor Carlos Kirchner, tiene cáncer. Sobre que se muere y por eso le da la candidatura a su mujer, Cristina Fernández de Kirchner. No es intención de este blog versar sobre temas sólo basados en el rumor. Sin embargo, y ante la llegada de un comentario a otra entrada (La argentina de hoy) surgió una pregunta casi al instante. Además, se agrega una declaración de Cristina Fernández de Kirchner que es por lo menos sugestiva “Él va a seguir haciendo política, creo que morirá haciéndola"”, aseveró refiriéndose a su esposo.

Pero antes que nada, el texto del comentario:

Videncias
El Sr. K. se muere. Tiene cáncer.
La enfermedad avanza casi tan rápido como el Sr. De la Cabeza Prominente reorganiza su aparato.
Para octubre todas las provincias –o casi todas ellas- serán del Sr. De la Cabeza Prominente, incluida ésta porque, no nos engañemos, el Sr. Manco pertenece a sus filas.
Para dentro de un año –año y medio a lo sumo- el Sr. K. habrá muerto y la viuda de K. no tendrá mucho tiempo de lucir su luto en el poder: detrás de ella ha quedado un tendal de mujeres manchadas y caídas, como una macabra advertencia de lo que a ella misma le sucederá.
Junto a la viuda de K., el Sr. de los Bigotes a lo Mario Bros. –esbirro del Sr. De la Cabeza Prominente- se perfila como un nuevo "brujo", que dispondrá todo para la salida de la Señora K.
El grupo del Gran Diario Argentino y el Poder Judicial le han bajado el pulgar al Sr. K. y cierran filas con el Sr. De la Cabeza Prominente.
El plan ya está en marcha.
No tengo poderes sobre naturales, sólo buenas fuentes.
Veo todo esto y más.
No veo contra hegemonía; no veo izquierda ni derecha; no veo política; ni siquiera veo dónde ha quedado el tarro en el que tenemos que mear para no seguir pifiándole…
No sé dónde se perdió el punto del tejido, pero el agujero es cada vez más grande. Tanta mugre junta le hace a uno perder el hilo de su propia imaginación política.
No es desesperanza. Es la certeza de que las habas se cuecen en una sartén que está muy lejos de nuestras manos.
No es desesperanza. Es la necesidad y la obligación de detenernos a pensar qué hacer para repolitizar la propia política

Ante la lectura del comentario, la pregunta fue la siguiente: En el caso de que fuera cierto que el presidente está enfermo, ¿Su muerte cambiaría algo? Y se agregaron: ¿Es que el presidente está actuando como dique de contención para impedir el desborde de quienes lo rodean? ¿Cristina Fernández de Kirchner es inocente y le van a jugar sucio?

Sabemos lo siniestros que son los personajes de los que se habla en el comentario pero ¿el Presidente y su mujer son ajenos a estas supuestas conspiraciones o son parte del juego?

La historia política de Roma es la de futuros emperadores conspirando contra emperadores, aún aquellos sabiendo que con el tiempo serían víctimas de una nueva conspiración. Sin embargo, siguieron el juego aprovechando el tiempo que les tocaba.

¿Son Kirchner y su mujer los patos de la boda? ¿O son parte de la farsa? Y más allá ¿cambia algo si se muere el presidente, si su mujer lo sucede y luego la echan? ¿La política económica cambiaría? ¿O digamos que se “profundizaría el cambio”? (como dijo la candidata de Frente Para la Victoria) ¿La farsa sería peor sin los Kirchner o solo nos enfrentaríamos a otro capítulo de la misma ópera bufa?

La historia de la política argentina se parece bastante a la de Roma.

Preguntas y más preguntas. Mi respuesta es que el refrán ha cambiado: últimamente, todos los caminos conducen a la Argentina.

6 comentarios:

Makiavelo dijo...

Esta madrugada, la señora Kirchner, que descansaba en el lecho junto a su marido, se volvió inquieta, sentía con los ojos aún cerrados una presencia que la llamaba, los entreabrió, y contempló cómo la imagen de la Virgen del Carmen que tenía sobre la peinadora se iluminaba y le sonreía. Comprendió que era la elegida. Sin hacer ruido se levantó, se dirigió hacia su despacho, y a la luz de una vela observó las portadas de los libros que de joven le habían inspirado. Debía elegir un modelo a seguir para salvar a su país de esta lamentable situación. Tenía claro que la biografía de Freddie Mercury no era un buen ejemplo a seguir; debía elegir entre la visionaria Santa Teresa de Jesús o Santa Juana de Arco, que a los diecisiete años llegó a ser la heroína de su país, ya que el personaje de Evita resultaba algo trasnochado a estas alturas. Con las ideas claras, dejó sobre la mesa la semblanza de Santa Juana de Arco, y volvió a la cama junto a su marido, el señor Kirchner, que en esos momentos roncaba con gran estrépito.

Anónimo dijo...

Leo esta es una de esas típicas cosas que aparecen en internet que no se sabe de donde salen, ni quién las firma ni con qué intención.
Ya esto habia sucedido durante la presidencia de la Alianza. En ciertos ricones amantes del conspirativismo de asuguraba la próxima muerte de don Fernanado, y ya lo ves el tipo es un vegetal andante, pero vivo está.
Repito no tengo idea de quien ni el por qué de este tipo de bolas, pero lo unico que digo es que no hay que darle bola.
Yo cada vez que iba a ir a alguna marcha siempre me llegaban rumores de distintos indeseables (televisivos o no, con mucho poder o no tanto)que anunciaban atantados (bombas en los subtes) infiltrados en las colunmas, asesinatos entre piqueteros, represiones salvajes, racias y denciones masivas.
Nunca supe de donde venian esas bolas ni el por qué, solo supe siempre que mi vida debia correr por otros carriles y no dejarse llevar por peliculas inventadas por gente sin sentido.
Si quiere una de tiros... lease la lista de pelis que tiré!

saludos, pablot.

Anónimo dijo...

Decidí ponerlo porque me han dado una fuente que no he podido revelar y para generar algo de debate. Sin embargo, justamente eso pensé. Como ya está aclarado arriba: que es lo importante? La salud de la política implementada por el gobierno está vivita, coleando y creciendo como amamantada por la loba. Esto me hace acordar a un disquito viejito pero no por eso obsoleto. Uno que se iba a llamar Nueva Roma. Vivimos en el Coliseo romano y cumplimos a la perfección su mecánica: ya sabemos que Ha muerto el césar!!! VIva el César!!! Meta palo y a la bolsa y pan y circo. Cada vez más circo. Cada vez esto se parece más a una murga obscena, una en que ya no hay ni antifaces. Una murga al revés.
Justamente a eso me refería ¿ Si el presidente está enfermo y muere el sistema cae? Claro que no. La entrada anterior fue eso: sólo un paremos la bocha y poensemos que por atrás pasa todo lo que tenemos que ver adelante. Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola a todos. Quería aclarar que el pequeño textito que aparece en la nota de Leo lo escribí yo. Decidí hacerlo en forma de ficción precisamente porque, aunque creo por completo en la persona que me lo contó, no puedo revelar las fuentes ni demostrar lo que allí se dice.
Lejos de ser un lamento por la posible muerte de K, este texto pretende dar cuenta de lo mismo que dicen uds: hay algo que está muy vivo y que tiene que ver con una forma muy perversa de hacer política o bien, con una despolitización de la propia política. Y mientras todo eso sucede, muchos (no todos obviamente) juegan a la militancia de izquierda sólo para tranquilizar sus conciencias, sin reflexionar adecuadamente sobre el tiempo que nos toca vivir.
Pero buéh... no importa. Esto se volvió tan odioso como explicar un chiste.
Saludos.
Ana Laura

Anónimo dijo...

Hola Ana: nunca está de más aclarar las cosas cuando uno lo necesita. De todas maneras, coincidimos. esto está bastante podrido y no hay nadie que lo quiera parar. Seguramente veremos el resultado de las próximas elecciones como patética confirmación de esto que venimos hablando. Quedara resistir de alguna manera; al menos infima. Un saludo.

True North Crypto dijo...

Together with all the horrible and blood-curdling incidents devised by their authors to point a fearsome moral to each tale. Modern education includes morality; therefore the modern child seeks only entertainment in its wonder tales and gladly dispenses with all disagreeable incident.

Confucius, "The Analects of Confucius", i.1