Enfrentarse a la página en blanco es como encararse ante un abismo. Siempre es difícil emprender la tarea de intervenirla. Sin embargo, la forma más fácil de hacerlo es saltar y tirarse.
La lengua desatada quiere nacer como creación de un espacio en el no espacio.
La lengua desatada se declara casi anárquica. Disparadora de ideas que disparan otras ideas.
La lengua desatada se declara antideterminista y con funcionamiento sináptico. Algo así como un juego de billar donde una bola empuja a otra y todo cambia en un segundo.
En la lengua desatada habrá lugar para la política, la cultura, el deporte y muchas cosas más.
La lengua desatada busca otras lenguas que quieran hablar y oídos con ganas de escuchar.
Es, entonces, la lengua desatada una invitación a la charla.
Un saludo. Hablamos Pronto.
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