El diccionario de
Sus palabras, sus gestos, sus dibujos se sentían y aun se sienten tan familiares como el primer mate de la mañana o como el olorcito del asado o como la risa de los amigos. Eso parecía: un amigo. Aún para los que nunca lo vieron de cerca. Vaya paradoja que te nos hayas ido justo en esta fecha. Un canalla de los buenos. Un amigo del barrio, del bar, de la calle. Un escritor y dibujante sobrio y humilde. Simple pero no común.
Parece mentira que tengamos que acostumbrarnos de a poco a hablar en tiempo pasado. Es una injusticia. Merecías recibir más porque mucho diste. Hiciste reír y tus cuentos son leyendas como las de antaño que se cuentan en ruedas de amigos entre risas. Creador de mitos y lúcido lector del sentir cotidiano. Ser impregnado de fútbol, de fútbol de verdad: ese que se acerca a la poesía de manera arrabalera, ese que quizá no sabe de métrica ni de estilo pero que desborda plasticidad, sentimiento y arte.
Esto es la tristeza. Saber que las cosas suceden así y no podemos detenerlas. Tristeza es lo contrario a lo que vos generabas. Tristeza no se explica con palabras porque no es abstracta: se siente. Tristeza es esto: no poder seguir escribiendo porque se nublan las palabras y se anuda la garganta. A mi no me lo explican de otra forma Roberto. Tristeza es que te hayas ido.
3 comentarios:
De lo mejor como expresión. Un amigo tuyo me recomendó este espacio. Seguiré viniendo.
Clap Clap por tus palabras.
maru
Che, pibe, te pasaste!
Por acá se respira una tristeza... No hay lugar ni ambiente donde no se hable del Negro, donde no se lo recuerde, donde no se lo llore comentando una y otra vez una de sus historias cagándose de risa.
Es muy triste. Una gran pérdida.
Salute y un abrazo enorme, porque también sé cuánto lo querías.
gracias, maria por hacerme llegar acá...
gracias por el texto y la emoción..
seguire dando vueltas por acá...
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